Fiesta de San Antón (17 de Enero)

De igual forma que en otros pueblos de la comarca, es tradición honrar al santo protector de los animales. Para ello se encienden luminarias o chiscos en los distintos barrios y se considera de especial importancia la luminaria de los mayordomos o mayordomas con la presencia de la imagen del Santo.

Hace unos años era más fácil hacer luminarias pues las calles no estaban asfaltadas. Ahora se suelen hacer en eras o descampados. En esta ocasión los vecinos suelen compartir la bebida y la comida, especialmente los productos de la matanza y la última cosecha de vino. Es una noche de alegría, baile, petardos, canciones,… alrededor del fuego.

Incluso en el colegio se celebraba esta fiesta la tarde anterior con una luminaria en la que se quemaba todo lo inservible y cada niño aportaba alguna rama, tronco o lo que pudiera conseguir.

Hay  buen número de expresiones y refranes asociados a esta fiesta: “Hasta San Antón pascuas son” para hacer referencia al final de las fiestas navideñas, “quemarle las barbas a san Antón”, “mear el chisco” que significa “deshacer la lumbre por parte de los niños en momentos de distracción de los mayores”, etc.

El día de la fiesta se traslada el santo desde la iglesia a la ermita. Allí se celebra la misa y se dan nueve vueltas a la ermita con los animales para pedir la protección durante ese año. Esta celebración popular termina con la aspersión de agua bendita a los asistentes por parte de Carmen.

Desde el punto de vista gastronómico esta fiesta se celebra con la tradicional “Olla de San Antón”, patas, careta,… y demás productos de la matanza.