Parque Natural Sierra de Baza

El Parque Natural Sierra de Baza, perteneciente a las Cordilleras Béticas del sur de la región andaluza, se encuentra situado entre dos extensas planicies que corresponden a la Hoya de Guadix-Granada y a los Llanos del Marquesado, representando un accidente geográfico de elevada espectacularidad.

 Las alturas de sus cimas se sitúan entre los 1.200 m y 2.200 m correspondiendo sus partes más elevadas a rocas calizas muy erosionadas con pendientes casi perpendiculares y sólo colonizadas por una vegetación de plantas de pequeño porte, adaptadas al fuerte viento y las bajas temperaturas. Este hábitat de roquedo, solitario debido al difícil acceso, resulta muy apetecible por las grandes rapaces que lo utilizan como lugar de descanso y cría.

 La trama fluvial se compone principalmente de arroyos que vierten al río Baza, integrado dentro de la cuenca del Guadalquivir. En los barrancos se desarrolla una comunidad interesante que aprovecha la elevada humedad, característica poco común en este espacio, y donde crecen especies típicas del bosque galería. La naturaleza caliza del macizo ocasiona un flujo de agua subterráneo que desagua en forma de fuentes y manantiales, entre las que cabe citar la Fuente de las víboras, la Fuente de los atrevidos, etc.

 En un espacio montañoso como esta sierra la vegetación cambia conforme ascendemos en altura, estando condicionada por la temperatura, humedad y nivel de riqueza del sustrato. Podemos distinguir comunidades muy diferentes; las zonas más bajas con pendientes suaves están colonizadas por encinas acompañadas de un estrato de herbáceas donde abunda la peonía. Grandes superficies se encuentran muy degradadas y sustituidas por cultivos de secano. Por encima se localiza un matorral espinoso junto a una cubierta arbórea de quejigos y arces, capaces de soportar temperaturas más bajas y suelos más pobres. Sin embargo la mayor superficie vegetal corresponde a repoblaciones de pino laricio y carrasco, acompañados de un estrato arbustivo de sabinas y enebros. Otro enclave muy interesante desde el punto de vista botánico corresponde a la comunidad de tomillares, especies únicas en la serranía localizadas en los denominados Blanquizares.

 Con respecto a la fauna podemos decir que en esta sierra habita una rica comunidad de aves, al existir un mosaico de biotopos. Las rapaces son el grupo más destacado, encontrando especies como el azor, el águila perdicera, el águila real o el búho real. En los restos conservados de bosque mediterráneo son abundantes los pequeños mamíferos como la garduña, el gato montés o el tejón. Los sotos de los ríos proporcionan el único biotopo húmedo de la sierra a pesar de que son escasos y se encuentran muy degradados. En ellos abundan la rana común, culebra de agua, culebra viperina, musaraña común, ruiseñor bastardo, mosquitero común.

 Esta sierra ha sido un espacio poblado desde antiguo como demuestran los restos del Paleolítico localizados en el monte Jabalcón, donde las cuevas rupestres testimonian los asentamientos del hombre primitivo. El principal resto arqueológico, al menos por su especial belleza, corresponde a la «Dama de Baza», escultura ibérica del siglo IV a.c. Los restos de la Vía Augusta son asimismo importantes al corresponder a la calzada que comunicaba la Bética con Roma.

 La gastronomía de la zona es sencilla pero de excelente calidad y junto a las chacinas típicas de su cabaña, encontramos ricos quesos. Sus dulces tradicionales nos indican un pasado de amplias culturas que han dejado en sus habitantes las tradiciones acumuladas durante siglos de convivencia.

 Otros datos de interés

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    Fax: 958 026 058

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  • C/ Marqués de la Ensenada, nº 1. 18071 Granada

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